Fotografía Macro

La fotografía macro se refiere a esas fotos llenas de color y de detalle, del retrato de objetos cotidianos muy pequeños que rara vez hemos observado tan de cerca, como la cabeza de una mosca, la textura de los pétalos de una rosa o los detalles de las alas de una mariposa.

“Macro” significa grande. La macrofotografía es, por lo tanto, una rama de la fotografía en la que el sujeto fotografiado resulta “grande” en la foto, igual de grande que en la vida real o más grande. Por ejemplo, si el tamaño de una hormiga en la foto es igual o más grande que su tamaño en la vida real, ésa es una foto Macro.

¿Para qué se utiliza la fotografía Macro?

Aparte de contemplar la belleza de las cosas pequeñas que nos rodean, otros usos más objetivos son el de la investigación biológica, que es un campo que le tiene una gran deuda a la fotografía Macro. Ésta ha permitido documentar muchos estudios relacionados con distintas especies animales y vegetales.

También, gracias a la Macrofotografía, es posible contemplar y disfrutar de algunas joyas u objetos valiosos cuyo tamaño muy reducido normalmente impide que sean apreciados en todo su detalle.

¿Qué necesito para empezar a hacer fotos Macro?

Aunque muchas cámaras digitales compactas ofrecen un modo “Macro” (normalmente lleva el simbolito de una flor), en realidad no se trata de un modo “Macro” real, sino, simplemente, una fotografía de muy de cerca, en la que el sujeto parece grande, pero realmente no se alcanza el nivel de “agrandamiento” necesario para poder hablar de una foto Macro.

Una vez conseguida la cámara, tenemos dos opciones: hacernos con un lente conversor o hacernos con un objetivo específico para fotografía Macro, que es la opción que más recomiendo.

Objetivos Macro

Si has intentado enfocar con tu objetivo normal a una distancia muy pequeña, habrás comprobado que éste tiene una distancia de enfoque mínima, debajo de la cual ya no enfoca.

Pues bien, los objetivos Macro son objetivos que gozan de la habilidad de poder enfocar a distancia ínfimas. Son objetivos que siguen pudiendo enfocar incluso estando casi pegados al objeto o sujeto que estamos fotografiando.

Es fácil encontrar este tipo de objetivos, ya que en su caja, nombre o descripción suelen aparecer la palabra “Macro”, y suelen tener una distancia focal comprendida normalmente entre los 50 y los 200mm (aunque los hay incluso de 500mm).

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