Hambre de explorar
En el 2016 hice un viaje a Italia con una amiga fotógrafa, nos llevamos nuestras cámaras y descubrimos algunas ciudades de ese país a través de nuestros lentes. Tomábamos fotos para nosotras, fotos de “turista” y para portafolio.
Durante el viaje, yo llevaba un equipo que después de estarlo cargando por 6 días junto a mi backpack, se volvió pesado. Tanto así que ya ni siquiera quería sacar mi cámara para tomar fotos, prefería sacar mi celular y tomar lo que pudiese, ¿qué sentido tenía cargar un equipo tan pesado si al final del día prefería sacrificar esas “buenas fotos” con tal de evitar las incomodidades?
Por el contrario, mi amiga llevaba una Fujifilm X100 y uno de esos días me dejó usarla un par de veces...terminé apoderándome de ella. ¡Era como si mi amor por la fotografía estuviese reviviendo! Después de ese viaje seguí mi recorrido con mi cámara, pero lo que había experimentado con esa Fuji se quedó tan presente, que fue cuestión de un par de meses para que yo me comprara una. Y desde entonces, no uso otro equipo.
Lo sé, la cámara no hace al fotógrafo, pero también sé que si lo que te gusta es viajar ligero, de “backpack” o de aventurero; tener una cámara vistosa y pesada definitivamente no es lo más conveniente. Afrontémoslo, cuando viajas habrá veces en las que te tocará compartir una habitación con 12 personas y tener una cámara pequeña sin duda es una gran ventaja pues no te incomodará dormir con ella.
Otro de los beneficios es el documentar lo que ves, especialmente personas, se vuelve mucho más sencillo gracias a su Mirrorless (pues hace que las personas no se intimiden por estar frente a una cámara) ¡y el diseño! Muchos me preguntaban que si era cámara análoga.
Este verano volví al viejo continente para hacer un par de exposiciones sobre el barrio en que viví: Lavapiés ¿y saben algo? Sin pensarlo, el único equipo que me llevé para estas aventuras en Madrid y París fue mi X100.
Viajé por Francia con un espíritu aventurero y claro, con un equipo que me impulsara a trabajar en eso que sentía: hambre por explorar el mundo...claro, además de la comida que por supuesto es excelente.
Les sorprendería la buena combinación que hacen viajar y una X100, sin duda de las mejores experiencias que como fotógrafo y viajero puedes tener: una compañera que te hace sentir confiado al momento de explorar.
Y tú ¿qué equipo llevas cuando viajas?
Texto y fotos: Anahí González
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